
Un caso práctico...
El domingo pasado me fui con mi hermana y dos amigas a tomar un café al Diferens, un bar nuevo de Altea. Yo normalmente no tomo café, hace mucho tiempo que dejé la cafeína, pero como ese día hacía fresco me apeteció algo calentito en lugar de mi clásico zumo de naranja.
Pues bien, mi hermana, que es más de cocacola se pidió un zumo de naranja y bingo! Gusanos en el zumo. Ahora analizo y pienso... ¿Eran esos mis gusanos y cambié mi suerte con una pequeña e insignificante decisión? ¿Fui yo la que cambié mi suerte o estaba predestinada a no tomarme esos gusanos? ¿O quizás fue más fuerte la mala racha de mi hermana? ¿Está la mala suerte por encima de todas las suertes y el destino?
El asunto del zumo de gusanos del Diferens me llevó a imaginarme qué habría pasado si ese zumo me lo hubiera tomado yo:
1. no ocurre nada, no me doy cuenta y mi vida sigue igual.
b. me doy cuenta y monto un pollo al camarero y me voy indignada.
c. me doy cuenta y empiezo a encontrarme mal, intoxicada por los gusanos.
d. no me doy cuenta y me da una diarrea galopante al día siguiente y no entiendo por qué.
En fin... las consecuencias podrían ser mil. Sin embargo fue mi hermana la que pidió ese zumo y ni siquiera se enfadó, lo comprendió perfectamente, le puede pasar a cualquiera. El camarero no nos lo cobró y la vida sigue.
A los pocos minutos, entró una mujer con su perrito, un perrito clavado a Pancho el del anuncio del Gordo. Se me ocurrió que quizás era una señal. Sé que son supersticiones, pero ¿era casualidad que aquel perro fuera el vivo retrato de Pancho y que yo llevara un boleto del Gordo en el bolso? Y si lo era... ¿no son primas hermanas la casualidad y la suerte?
Me costó convencer a Sandra, pero en un arranque de excentricidad saqué mi boleto y conseguí que Sandra se lo frotara en el lomo al perrito, para darme suerte.
Ese día pensé que quizás escribiría algo sobre este tema. Mi intención remota se convirtió en algo más real cuando miré los números del Gordo del domingo: ni un acierto. ¡Mierda! Haciendo memoria recordé que he vuelto a tiempos de mala suerte: dos hervidos quemados en una semana, un bote de pimienta entero vaciado sobre un arroz que estaba cocinando, no quedan galletas de las que me gustan en el súper... La suerte no está conmigo, pero sé que existe. Si existe la mala suerte, ha de existir la buena. Conseguí esquivar la mala el domingo con el zumo... pero me pilló otra vez con el Gordo de la Primitiva. Me estoy entrenando estos días para darle esquinazo el 22 de Diciembre. Que la entretenga otro!
8 comentarios:
Lo que tú no sabes es que igual quien tuvo buena suerte fui yo al beberme los gusanos... porque...¿quién no te dice a tí que en tu café había no detergente, cloro, un pelo de nariz o un lapo???? No me enfadé porque una vez limpiando en Terra Natura la cuadra de los toros me emocioné tanto que raspaba y raspaba con tanto entusiasmo que me llegó a caer un trozo de mierda del tamaño de una uva justo en la garganta y me la tragué al inspirar aire... desde entonces nada tiene mal sabor. Sólo yo entiendo de esto.
Yo no creo en la suerte, más bien creo en las agradables o desagradables coincidencias, y definitivamente, ese perro no era el Pancho.
Vaya vaya, después de esa experiencia no me extraña que los gusanos sean algo por lo que no preocuparse...
Helen, me gusta mucho como escribes...como os divertis, pasando boletos de lotería por la espalda de los perros.
Pues sí... hoy estoy estornudando y a lo mejor es por las vitaminas que no me tomé en ese zumo (y proteínas...).
Tu anécdota de la uva de mierda prueba mi teoría. Tienes mala suerte.
Coincidencia es que Pancho aparezca por el Diferens o que yo aparezca por el Diferens... pero que un cacho de mierda acabe en tu garganta trabajando en Terra Natura es más una cuestión de probablidad. Habrá que hacer un estudio sobre la probabilidad... y otro "post". ;-)
Hey, Maribel. Bienvenida y gracias. Una encuentra todo tipo de divertimentos para las largas tardes invernales, dan mucho de sí.
Me ha encantao lo de "uva de mierda"... jajajaja, estoy llorando de la risa... ojalá hubiera sido una uva de mierda... (en plan... una uva algo rancia, podridilla... con algún gusanito) y una un cacho mierda como una uva...jajajaja ayys hermana... aysss... maribella..
Hola guapi. Por fín puedo escribir en tu blog.
Yo sé de una que estaba hablando con los padres de un alumno y se tragó una mosca. Ella intentó disimular, como si no hubiese sucedido nada ( imagina el sofocón ) entonces la madre del niño le dijo- ( también como si no pasara nada ) -¿ Te la has tragado ? y ella pudo salir y beber agua. Ya sabes aquello de : pan, trago y ...
Besitos
espero ser yo la mierda más gorda que te tragues jamás (95kgs de mierda...mmmmmm) y espero ser yo quien el día 22 pase de nada a 300Mil...
Yo creo que el que más suerte tiene en el mundo soy yo. Me da igual tragar mierda al estilo Hannah... creo que soy afortunado por tantas otras cosas que un zurullete de vez en cuando me lo puedo comer si hacerle ascos...t
A saber lo que hemos tragado por ahí, mejor no pensar en ello. Pero Anónima... la mosca no es lo peor que te has tragado, seguro. ;-)
En cuanto a ti Èchange, te trago hasta con el acento ese tan bonito que te has puesto.
Publicar un comentario