No hay expresión en castellano, pero vendría a traducirse por "Día de pelo despeinado". Sólo alguien con el pelo rizado natural sabe lo que es un "bad hair day". Todo el mundo tiene sus días y días: días de regla, días de mala cara, días de mal sueño, un simple "mal día", pero los "bad hair days" son exclusivos de los que nacemos con pelo rizado.El otro día en el trabajo un par de compañeras de pelo rizado y yo estuvimos de acuerdo: "hoy es un bad hair day". Motivo: lluvia. Un simple chispeo y ya está, los rizos se encogen como la serpentina y ya tenemos la cabeza como un mocho.
Normalmente lo notas al despertarte. "Mmm"- te dices al ver el amasijo de pelos sabien
do que será uno de esos días - "hoy llueve". Tras la batalla matutina de champús contra encrespamiento, macarillas hidratantes, espumas avivadoras de rizos, serums milagrosos, sales a la calle más o menos peinada. Vaya, no llueve. Todavía... pero lloverá. Lo sé. Algo más tarde, da igual cuándo, empieza a llover. Sonríes con satisfacción: lo sabía, no falla.Un "bad hair day" puede pillarte de forma inesperada. Te levantas con normalidad y tras cumplir con tu rutina diaria sales bien peinadita de casa. El pronóstico del tiempo era bueno, sol y temperatura primaveral. Al cabo de unas horas, en el trabajo, te cruzas involuntariamente con un espejo o una ventana o algo reflectante. ¡Dioooooooooooos! Se me había olvidado que hoy me baja la regla. Ahí está para recordártelo... el pelo enmarañado. Además ese preciso día seguro que alguien te dirá que tienes un pelo precioso y que si es natural.
Los días peores, los que yo llamaría "Disaster hair days", se los busca una. Sabemos a qué nos exponemos, pero no importa... va en el contrato. Esos son los que menos duelen y con el tiempo empiezan incluso a darte risa. Darte una vuelta con niebla o cuando hace viento, un paseo en moto con el pelo mojado, un ratito en la proa del barco con su agua saladita rociándote a la vez que el viento y el sol hacen el resto, una pasadita con el secador con difusor...
Me ha costado 34 años aceptarlo, el pelo rizado tiene vida propia, es independiente, va a su rollo y gana todas las batallas. Tenemos que unirnos contra los champús antiencrespamiento y sus fabricantes. Hemos de poner el pelo encrespado de moda. Gritad conmigo: ¡¡Viva el encrespamiento!!
1 comentario:
¡Ay, hermana! Qué razón tienes...
Cómo me gustaría poder ser como un gato y poder bufar mi pelo voluntariamente...
Yo ante los bad hair days un moñete al estilo Olivia, la de Popeye, y va que chuta!
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